Contenido
Introducción
Pasamos hasta un 90% de nuestro tiempo en espacios interiores, ya sea en casa, en el trabajo o en lugares de ocio. Por ello, la calidad del aire que respiramos en estos entornos es fundamental para nuestra salud y bienestar.
En TISE Ingeniería, nos especializamos en el desarrollo de espacios biocompatibles, es decir, edificios que están diseñados y construidos para promover la salud y el bienestar de sus ocupantes.
En este blog , exploraremos las 7 claves para un edificio saludable, enfocándonos en la calidad del aire interior y cómo podemos crear espacios que favorezcan la salud y la calidad de vida de las personas.
1. Bienestar térmico
El bienestar térmico se refiere a la sensación de confort que experimentamos en un espacio interior. Para lograrlo, es importante controlar la temperatura, la humedad y la velocidad del aire.
La temperatura ideal para el confort térmico se encuentra entre 21°C y 25°C en invierno y entre 23°C y 26°C en verano.
La humedad relativa ideal se encuentra entre el 40% y el 60%. Una humedad excesiva puede favorecer la proliferación de moho y bacterias, mientras que una humedad muy baja puede resecar las mucosas. •
La velocidad del aire debe ser baja, inferior a 0,25 m/s en invierno y 0,50 m/s en verano. Una corriente de aire excesiva puede generar incomodidad.
2. Calidad del aire
La calidad del aire interior se ve afectada por diversos factores, como la presencia de contaminantes químicos, biológicos y físicos.
Estos contaminantes pueden provenir de materiales de construcción, muebles, productos de limpieza, pinturas y emisiones de combustión. Algunos de los contaminantes químicos más comunes son el formaldehído, el benceno y el monóxido de carbono.
Estos contaminantes incluyen bacterias, hongos, virus y ácaros del polvo. Pueden provenir de la actividad humana, la presencia de mascotas o la humedad excesiva.
Estos contaminantes incluyen partículas en suspensión, como polvo, polen y humo.
3. Productos saludables
Es importante elegir materiales de construcción, muebles y productos de limpieza que sean lo más saludables posible.
Deben ser de baja emisión de compuestos orgánicos volátiles (COV).
Deben estar fabricados con materiales naturales y libres de formaldehído.
Deben ser biodegradables y no tóxicos.
4. Protección frente al ruido
El ruido excesivo puede tener un impacto negativo en nuestra salud, provocando estrés, ansiedad e incluso problemas auditivos. Para mitigar el ruido en espacios interiores se debe considerar:
Es importante que los edificios tengan un buen aislamiento acústico para evitar el ruido exterior y el ruido entre diferentes espacios interiores.
La utilización de materiales absorbentes en paredes, techos y suelos puede ayudar a reducir el ruido reverberante.
El diseño de los espacios interiores también puede contribuir a la reducción del ruido.
5. Iluminación
La iluminación adecuada es importante para nuestra salud visual y nuestro bienestar.
Es recomendable aprovechar al máximo la luz natural, ya que favorece la regulación del ciclo circadiano y mejora el estado de ánimo.
Cuando la luz natural no es suficiente, se deben implementar sistemas de iluminación artificial que proporcionan una luz uniforme y de calidad, evitando zonas con sombras o deslumbramientos. Se recomienda utilizar lámparas de bajo consumo energético.
Es importante poder controlar la cantidad de luz que llega a cada espacio. Esto se puede lograr mediante interruptores regulables o sensores de ocupación que encienden o apagan las luces automáticamente según sea necesario.
6. Accesibilidad
Los edificios deben ser accesibles para todas las personas, independientemente de su edad, condición física o discapacidad.
Los edificios deben tener rampas y ascensores para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida.
Los baños deben estar adaptados para personas con discapacidad.
Las puertas y pasillos deben tener un ancho suficiente para personas con movilidad reducida.
7. Calidad del agua
El agua que consumimos y utilizamos en los edificios debe ser de buena calidad para la salud.
El agua del grifo debe ser filtrada para eliminar impurezas y contaminantes.
Es importante realizar un mantenimiento regular de las instalaciones de agua para evitar la proliferación de bacterias.
Es importante utilizar el agua de manera responsable para evitar el desperdicio.
Conclusión
Crear edificios saludables es una inversión en el futuro. Al aplicar las 7 claves que hemos descrito en este blog post, podemos crear espacios biocompatibles que favorezcan la salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas que los ocupan.
Si deseas obtener más información sobre nuestros servicios de ingeniería enfocados en el desarrollo de edificios saludables, no dudes en contactarnos.